Un recuerdo bello.

    Hoy me estoy dando cuenta de que hecho de menos a la niña de mis ojos, que hace que se marcho de mi lado un año, era muy linda, era preciosa, era... la niña de mis ojos. Pero un día, sin decir nada se marcho, se fue, y no dijo a nadie, ni a su familia ni amigos, a donde se iba. Hoy me acorde de su linda cara, de su bella mirada, de sus hermosos labios... y hoy sigo sintiendo que me robó parte de mi corazón. Pero ahora, que lo pienso bien, casi fue mejor de ese modo, así seguiré soñando con un amor perdido en el tiempo. Quizás de ese modo, siempre la recordaré, y la tendré en mi mente como algo grande y genial, como una musa, que inspira mis recuerdos en cosas buenas.

     Le gustaba que la llevase a pasear, le encantaba ir en moto, y como a mi, se moría por el chocolate. Siempre que íbamos a pasear, se comportaba como si ese fuera el último día de su vida, derramaba por donde iba ilusión y felicidad, todo le parecía fabuloso, todo para ella era grandioso, todo era la gran creación de Dios, todo tenía lados positivos, todo era bueno o magnifico. Al levantarse, todos los días decía -Gracias, otro día más, lleno de sorpresas.- y eso te ’calaba’ en lo más profundo del corazón, era capaz de ver belleza en cualquier rincón. Para ella, todo era lo más hermoso que había visto, y siempre encontraba algún motivo por el que reír.

     ¿Quién sabe? Quizás algún día decida volver. Igual que se fue, pudiera ser que regrese, pero no se, si yo estoy preparado para recibirla, pues ya no soy el de hace un año, y ahora prefiero recordar como era, pues si se marcho sin palabra, tendría que obrarse un milagro, para de palabra, reabrir mi corazón.